Por Rosario Rojas
Vivimos en una sociedad que se deja llevar por las primeras
impresiones y sobre ellas formulamos nuestros criterios. Están mal vistos
quienes no se visten igual que los demás, también aquellos que tienen algún
inconveniente físico para desplazarse o para percibir el mundo según “lo
normal”. Pasa igual con las personas de color y las personas que por su peso no
entran en los cánones de belleza. Ello dificulta las relaciones personales y
genera falta de autoestima. Si dejáramos de lado estos “modos de ver” podríamos
abrir puertas y caminos. Un modo de ayudar a cumplir las metas.
Ilustración: Amir Seidán
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